Antes de zarpar, un barco debe desamarrar sus cabos del muelle. Si no lo hace, no podrá avanzar. Algo parecido nos ocurre a los seres humanos. Tenemos muchos cabos que desamarrar para zarpar a la libertad y prosperidad. Pero a menudo no lo hacemos, quedándonos amarrados a nuestras esclavitudes y apegos.
Cada día estás llamado a soltar tus esclavitudes y apegos, para zarpar hacia la libertad de vivir.
Como un barco, desamarra tus cabos para zarpar a una vida plena porque estás llamado a la libertad de criatura de Dios. Por eso, no te dejes sujetar a las esclavitudes y apegos de este mundo.
En tu vida puedes encontrar muchos cabos, muchas amarras que no has desatado. Mírate ahora y fíjate en la vida que llevas: ¿Qué te impide avanzar? ¿Qué es lo que no quieres soltar? Probablemente estás amarrado a cosas de la que no te habías dado cuenta, por ejemplo, personas, proyectos fracasados o imposibles, pensamientos que te condicionan o, la idea fija que solo de cierta manera serás feliz.
También, podrías estás amarrado a ideas como: no aceptar que el tiempo ha transcurrido, la independencia de tus hijos, tu imposibilidad de adquirir cierto tipo de bienes materiales, y unas amarras muy firmes y especiales: tus nostalgias y recuerdos.
¡Cuántos de ellos no te permiten ser feliz en el presente! Es cosa que descubras cuán apegado estás al pasado. Es momento de soltar esas nostalgias y recuerdos, sobre todo, los dolorosos. Ellos sirven solo como una lección de vida, pero se vuelven inútiles cuando te impiden vivir las maravillas que hoy puedes descubrir, en que hay cosas nuevas y distintas.
Suelta el pasado, zarpa hacia el presente y el futuro.
Soltar las esclavitudes y apegos es una opción de todos los días. Es eliminar las trabas que colocas para no ser feliz.
Abandona además aquellas ideas y pensamientos que utilizan la palabra "si", para no condicionarte a expresiones como "si tal persona me ama, entonces podré ser feliz", o, "si me libero de este problema, alcanzaré la paz"...
Siempre habrá condiciones, porque muchas cosas te faltan. Sin embargo, no puedes vivir obstaculizando tu felicidad a cada momento. Por ello, suéltate de esas condiciones, esas esclavitudes innecesarias. Sé feliz con lo que tienes, con lo que eres.
Aprende a ser feliz con tu persona y tu realidad, trabajando con tus talentos y posibilidades para cambiar lo que puedas cambiar. Vive en paz, zarpa a la libertad de la vida.
Todos los días estás invitado a vivir en libertad, soltando los cabos que te amarran al puerto de los apegos y esclavitudes, que te impiden avanzar hacia la verdadera felicidad.
Revisa tu vida y ve cuánto debes soltar. Y verás cómo avanzas...
FUENTE : www.sanpablochile.cl/html/
ENVIÓ : PATRICIO GALLARDO VARGAS.
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